Tasa por "LOGOTIPIZACIÓN"

No voy a hacer una propuesta, yo protesto directamente, porque ya está bien de hacer de hombres y mujeres anuncios con logotipos de marcas asomando por todos lados, y no sólo sin cobrar, sino cobrándonos aún más por la dichosa “marquitis”. Porque me puede gustar la prenda en sí, pero también puede parecerme horrible llevar grabado en mis botas un aventurero de poca monta, el bordado de un cocodrilo llorón en el jersey o un osito moñas en la patilla de mis gafas. Todo eso sin contar el llevar el nombre o iniciales del susodicho. ¡Pues que paguen ellos!

Propuesto por: EL RATÓN TINTERO

Comisión por "DOMICILIAR LA NÓMINA"

Ya está bien de que nos cobren por todo, cuando lo que le estamos permitiendo es que ganen dinero a expuertas con el nuestro, utilizándolo para jugar en infinitos mercados, y para poder cobrarnos comisión hasta por pasar por la puerta.

Propuesto por: SERREINA

Comisión por "ESCUCHA DE OFERTAS"

¿Que nos llaman desde números ocultos para ofrecernos productos o hacernos encuestas sobre la calidad de algún servicio? No hay problema… previo pago de la correspondiente comisión.

Comisión por "RECICLAJE MODÉLICO"

Adquirir contenedores particulares, clasificar la basura, cargar el vehículo, ir a la deixalleria, descargar... Todo esto implica gastos, consumos, tiempo. ¿Para qué tomarse tantas molestias pudiendo dejarlo todo en el container de la esquina como hacen el resto de vecinos? Hasta que no sea obligatorio (ergo punible), comisión al canto.

Tasa de "DESEMBALADO"

Imputable a las marcas que nos obligan a pasar horas quitando grapas, cintas, tornillos, bridas y demás sujeciones a sus juguetes. Si lo hacen para evitar robos es su problema, pero nuestro tiempo (y paciencia) tienen un precio.

Comisión por "CARA DE TONTO"

Aplicable a toda aquella compañía de suministros o de servicios que te cuelga el teléfono “accidentalmente”, te desvía de uno a otro departamento o te mantiene a la espera veinte minutos al informarles de que quieres solicitar la baja.

Haití: las comisiones de la vergüenza

Técnicamente una comisión es el cobro de un servicio, pero en la práctica, y con mayor frecuencia que la deseada, al que paga le resulta harto difícil entender qué beneficio está obteniendo de la parte que se está embolsando sus cuartos. Que un vendedor o agente cobre a porcentaje en virtud de lo que haga ganar a su empresa o representado tiene su lógica, aunque a veces se manejen cifras ciertamente irracionales. Con los bancos es más complejo; y lo es expresamente para ganancia de los pescadores en el río revuelto de las transacciones.

Es depravado que lo de Haití sea una catástrofe para todos -los que la padecen y los que se solidarizan con ellos-, menos para las entidades bancarias. Para ellas es un negocio. Uno más, tan lucrativo como execrable, la excusa perfecta para seguir soplando ahorros al ciudadano a costa de su buena fe y generosidad. Ya hemos asumido la gran lacra de la cooperación internacional: que buena parte de lo que se entrega aquí no llega allí pues “se extravía” por el camino o se ve mermado por los ineludibles sobornos. Pero mientras en Puerto Príncipe se trabaja a destajo para ayudar a las víctimas, en nuestro país se produce otra alerta: la de asociaciones que denuncian, una vez más, que las entidades bancarias cobran altas comisiones a quienes donan su dinero para ayudar a paliar la tragedia.

Resulta que, además de pagar comisiones por cobrar o ingresar cheques, por mantenimiento de la tarjeta (vale más el collar que el perro), por pagar (sí, por pagar una deuda te cargan comisión) y un largo etcétera de cobros arbitrarios que nos supone al año entre 150 y 500 euros por la patilla, los bancos nos cobran también por ser humanitarios. “Alegan” que sus sistemas informáticos no saben discriminar si la transferencia es normal o un donativo. Detectan, eso sí, cifras determinadas o vencimientos por minutos (para cobrar las correspondientes comisiones), pero el parámetro de la solidaridad no ha sido introducido en la programación. Las computadoras no tienen alma y parece confirmarse que los banqueros tampoco. Sus opulentas conciencias bien merecieran ser sacudidas por un seísmo emocional de 10 grados en la escala de Ritchter… o de quien corresponda.

Haz tu propuesta

Utiliza esta plataforma para proponer qué tasas y comisiones crees que los ciudadanos de a pie, los que hasta ahora sólo las pagamos, deberíamos poder empezar a cobrar.

INSTRUCCIONES

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Apoyos, Críticas y Sugerencias

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¿Qué es esto?

En vista de que “ellos” no harán nada al respecto (la renuncia no entra en su vocabulario), a “los demás” nos toca poner remedio a semejante injusticia. Así nace esta iniciativa: “O todos o ninguno”.

¿A qué se refiere el enunciado? Obviamente al cobro de comisiones.

Ya está bien de que el viento sople siempre en la misma dirección. Los que estamos hartos de pagar comisiones también queremos cobrarlas.

En nuestro caso, además, haremos que sean legítimas, que se perciban a cambio de algo tangible, real, mesurable. Nuestro cambio de paradigma será sustituir el «te hago un favor» por el «te cobro un servicio».

Aquí encontrarás propuestas de tasas y comisiones.

En espera de que este paquete de medidas adquiera dimensión de proyecto de ley, animamos a cuantos se sientan afines a la propuesta para que añadan sus aportaciones.

Los "instigadores"